
Luego de manifestar públicamente que no va a reconocer las recientes reformas que hicieron diputados para modificar la Comisión Estatal de Servicios Públicos y derivar sus funciones a los municipios, hoy Marina del Pilar Ávila, gobernadora electa, se reunió con Jaime Bonilla Valdez, reconocido tramposo que hereda un estado bañado en sangre.
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